Pregunta.- Genial la entrevista con Gallego en SER Deportivos. El periodismo deportivo mete buenas cagadillas, pero también se aprenden cosas. ¿Dedica en el libro algún otro capítulo a otro tipo de periodismo especializado? Gracias.
Respuesta.- Hola, Ángel. Hay varios capítulos dedicados a quienes nos dedicamos profesionalmente a la palabra – políticos, periodistas… – En ellos analizo nuestros pecados y hago autocrítica, siempre tan sana…
P.- ¿Cuál es la receta para enseñar desde joven a utilizar bien el lenguaje. ¿Podemos competir con los SMS o el Whatsapp?
R.- Claro, Miguel… Cuando el chaval llega a las redes ya viene hablando. Aprendemos a hablar por imitación y copiamos lo bueno y lo malo de quienes nos rodean. Es entonces, siendo niños, cuando podemos hacer la mejor siembra. Despues habrá que combatir las tormentas, que provocarán algún destrozo, pero serán menores si las raíces están bien arraigadas.
P.- Sé sincero… en estos años de UVI… cuántos políticos, deportistas y compañeros de trabajo se han quejado por salir. ¡Un abrazo!
R.- Sólo un compañero que no es de la SER. Seguramente no conocía el tono del programa y consideró ofensivo que mostrásemos sus vergüenzas. Entre mis compañeros, al principio me decían: “no me saques en la UVI”. Hoy me dicen: “hace tiempo que no aparezco en la UVI”. Da prestigio y fomenta las relaciones de amistad y familiares. Apareces en la UVI y todo el mundo te llama… Un abrazo para ti, Manel.
P.- ¿Cómo surgió empezar a hacer la UDV? Un abrazo
R.- Hace 10 años, cuando presentaba el programa Iñaki. Se celebraba un centenario de El Quijote y decidimos homenajearlo de esta manera. La cosa funcionó muy bien y aquí seguimos. Francino decidió quedarse con la fórmula y la ha cuidado con mimo y potenciado con todas las ganas. Material no nos falta y a Carles le va la marcha… Ese es uno de los secretos.
P.- ¡Hola! ¿Cuál es la parte con la que más has disfrutado a la hora de escribir el libro? ¿Ha sido sencillo compaginarlo con el trabajo en radio? Saludos.
R.- Carla, siempre disfruto mucho cuando pongo el punto y final. Porque mi trabajo está en la radio y escribir sólo puedo hacerlo quitándome horas de sueño, de descanso y de relación con mi familia y mis amigos. Mi sueño sería algún día escribir un libro y sólo eso. Debe de ser muy placentero.
P.- ¿Qué supuso para usted ganar el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes?
R.- Una inmensa sorpresa, un honor, un orgullo, una gran satisfacción… Es un premio muy especial, por llevar el nombre que lleva, por entregarse en mi tierra, por ser concedido por compañeros de profesión. Después del Ondas, que nunca me lo darán, este premio es el que más ilusión me podría hacer.
P.- Hola Isaías, me gusta mucho tu Unidad de Vigilancia pero ¿no crees que a veces somos algo inmovilistas con el idioma? ¿Por qué es malo si cada vez usamos más neologismos o anglicismos? ¿No es una evolución lógica? No voy a usar “teléfono inteligente” si puedo decir “smartphone”. ¡Un saludo!
R.- Hola, Mario. Si revisas el Diccionario, la Gramática y la Ortografía que hicieron los primeros académicos en el siglo XVIII te das cuenta de que no hemos dejado de movernos. Nuestro idioma vine del latín y del griego, ha bebido del árabe, y ha recibido durante siglos incorporaciones de todos los que pasaron por aquí. No podemos despreciar ni neologismos ni anglicismos. Pero tampoco es necesario enterrar palabras propias de manera innecesaria. Y por cierto, algún día, cuando todos los teléfonos sean inteligentes, volveremos a llamarlos sencillamente teléfonos.
P.- ¿Sigues dudando con el uso de algunas palabras?
R.- Uri, no es que siga dudando, es que cada vez dudo más. Será la edad o la responsabilidad de lo que hago…
P.- ¿Estuvo de acuerdo con Magdalena Álvarez cuando afirmó en el parlamento que ella decía “partía y doblá” en vez de “partida y doblada” porque es andaluza?
R.- Bueno, Carmen. No es cuestión de estar de acuerdo, es que seguramente es así. El milagro de nuestro idioma es que lo hablamos más de 500 millones de personas con diferentes variantes y todos nos entendemos. Durante mucho tiempo la Academia consideró el seseo como “vicio o defecto”, ignorando que el “defecto” es norma para el 90% de las personas que hoy hablan nuestro idioma.
P.- ¡Holaaaa! Como gran tuitero que eres, ¿qué opinas de la influencia de las redes sociales en nuestra forma de hablar? ¿Cada cosa nueva es siempre para destruir la lengua? Un beso
R.- ¡Holaaa! Twitter, la herramienta, es novísima. Pero el tuit está con nosotros desde los primeros aforismos griegos, los versículos de la Biblia, el Código de Hammurabi… Nada nuevo bajo el sol. En las redes uno encuentra cosas excelentes y otras muchas despreciables, como en las librerías y en los kioscos tradicionales. Nada nuevo bajo el sol. Nunca en la historia de la humanidad tanta gente ha escrito y ha leído tanto de otra tanta gente. Las redes han democratizado la palabra. Ahora debemos cuidar la palabra en las redes, sencillamente.
P.- Yo no puedo llamarle la atención a un periodista por no saber decir Pésoe (por PSOE) y en cambio dice Soe”, cuando es el propio jefe de ese partido quien lo nombra mal. La RAE ya me lo aclaró en un correo. ¿Para cuándo sacará usted en su UDV le inmensa cantidad de cortes sonoros con gente diciendo Soe?
R.- Hola, Francisco. Seguramente el periodista “sabe” decir Pesoe, aunque diga Soe. Como sabe decir Atletico aunque diga Aleti, o Deportivo, aunque diga Depor. De todos los males en que incurrimos, que son muchos, quizás no me parezca el peor… Pero si usted quiere, cualquier día lo comento en la UDV, por supuesto.
P.- ¡Hola Isaías! Ante una palabra española en desuso y un anglicismo muy extendido, ¿qué crees tú que deberíamos usar? Por ejemplo: ¿jira o pícnic?
R.- Hola Carlos. Pues mira, nunca habría dicho jira porque desconocía la palabra. Y ahora que la conozco gracias a ti, seguramente tampoco la diré porque nadie o muy pocos me entenderían. Tampoco he hecho nunca un “pícnic”, la tortilla no me sabría igual… En general, debemos usar las palabras más correctas y que nos permitan mejor la comunicación. Sobre las palabras que llegan de fuera el genio del idioma acaba decidiendo. Y por eso hoy comemos con naturalidad en restaurantes despues de hacerlo en restaurants y restoranes.
P.- Hola Isaías! Primero Felicitarle por la publicación de su nuevo libro y por su sección en Cadena Ser. Soy estudiante de Comunicación en la Universidad de Sevilla, además antiguo alumno de su hermana Ana María. Quería preguntarle, ¿por qué se decantó en trabajar en la radio, en vez de en otro medio?Muchas gracias por la respuesta y espero verle algún día! Un abrazo!
R.- Hola, Manu. Pues fue por casualidad. Desde muy pequeño sabía que quería ser periodista, pero no sabía dónde. Pero comencé a hacer prácticas en la radio y desde el primer momento supe que era el medio en donde quería ser periodista. Después he probado otros y sigo pensando lo mismo.
P.- ¿Una frase o canción completa con la que disfrutar de las palabras? ¡Eres genial!
R.- Hola Mª Dolores. Cualquier canción de Sabina a mi me parece una mina de palabras. Y como frase el “sólo sé que no sé nada” me parece un compendio de ironía, autocrítica y sabiduría en menos de un tuit. Sócrates fue un buen tuitero, sin saberlo.
P.- ¿Qué vamos a encontrar en Y el verbo se hizo polvo? ¿Es algo novelado o una recopilación de errores? Gracias
R.- Ni novela ni recopilación de errores, aunque haya historias que merecerían por si mismas una novela y recojo como ejemplos decenas de errores. El libro, Eva, es un paseo por el pasado y el presente de nuestra lengua, en el que analizo también el futuro, que tiene riesgos, pero que está cargado de oportunidades.
P.- Un político que use muy bien el lenguaje y otro que lo use muy mal
R.- Iria, la primera pregunta es muy difícil de responder y la segunda, demasiado fácil. En general el nivel no es bueno. Pero hablando de políticos lo peor no es que no hablen formalmente bien sino que no digan nada de interés, oculten la realidad a base de desvergonzados eufemismos o directamente mientan. También preocupa mucho que un político llegue a plantear como valor “no cumplir con su palabra porque tenía que cumplir con su deber”, ignorando que cumplir con la palabra dada es la esencia de cualquier relación, no sólo de la política.
P.- Gracias Isaías por introducir en la radio la parte didáctica del nuestro idioma de un modo divertido. ¿De donde viene esa pasión por la forma de comunicarnos y los errores que comentemos? Un saludo.
R.- Carla, me encanta que te parezca didáctico, divertido y apasionado. He tenido la suerte de nacer en una familia extraordinaria, de cruzarme en la vida con gente fantástica y de codearme en la SER con lo mejor de lo mejor de la profesión. Y algo, al final, se acaba pegando. Un saludo para ti.
P.- Hola Isaías, un placer. A parte de lo que usted ha escrito, podría recomendarme algún libro o publicación sobre el papel de la mujer en España en la primera mitad del siglo XX. Me interesa el tema. Un saludo.
R.- Hola Helen. Si no lo has leído, el libro que escribió Clara Campoamor titulado Mi pecado mortal. Es la historia de UNA mujer y de LAS mujeres por conseguir la igualdad. Pero también queda bien retratada la actitud de los hombres de la época ante tal circunstancia. Algunos no han cambiado mucho…
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