Toda una generación de españoles tuvo su primer acercamiento sin censuras a la Guerra Civil en los libros del historiador inglés Hugh Thomas (Windsor, 1931). Autor de una obra vasta en la que, tras su inicial acercamiento a la contemporaneidad española, se centró en la investigación de la conquista de América y la forja del imperio, el hispanista acaba de completar con El señor del mundo (Planeta, 2013) su trilogía sobre aquel siglo en el que no se ponía el sol en los territorios de nuestra Corona. Aquí el protagonista absoluto es el monarca, un Felipe II que poco antes de morir, en 1598, ya había abandonado su exitoso empuje “conquistador” para convertirse en “guardián”.
Pregunta.- Con El señor del mundo completa su trilogía sobre el Imperio español. Después de diez años de trabajo, ¿cómo valora el resultado?
Respuesta.- Estoy más impresionado que nunca por el tamaño y la ambición, tanto que me parece un verdadero milagro haber llegado hasta aquí.
P.- Felipe II. ¿Cuál de las ideas previas que usted tenía sobre su reinado no ha resistido al proceso de documentación y escritura del libro?
R.- Ahora más que antes veo a Felipe como un gran amigo de las artes. Su relación con Tiziano me parece fascinante y muy inesperada.
P.- Felipe II fue un rey responsable, moderado, prudente y culto. ¿Tan distinto era de su padre?
R.- Carlos tomaba sus propias decisiones, Felipe, sin embargo, siempre estuvo en manos de sus secretarios.
P.- ¿Tan injusta fue entonces la leyenda negra?
R.- La leyenda negra fue una maniobra de propaganda de los protestantes, comenzando por el papel desempeñado por Antonio Pérez.
P.- Relata cómo, en 1598, los españoles habían pasado de “conquistadores” a “guardianes”…
R.- Pienso que los españoles resultaron mejores conquistadores que administradores de lo conquistado.
P.- “En cierta medida, la conquista de América fue la última cruzada”. ¿Sin el empuje de la Iglesia no hubiera existido el Imperio?
R.- Es una pregunta pertinente. En el sigo XVI los franciscanos jugaron un papel decisivo en varios aspectos de la conquista. Más tarde hicieron lo propio los jesuitas.
P.- Sorprende saber cómo la popularización de la lectura y de los libros de caballerías fueron algunos de los motivos que inspiraron a muchos aventureros a “hacer las Américas”. ¿De qué manera ayudó la literatura a la conquista?
R.- Los libros de caballería fueron las grandes guías turísticas de los conquistadores. Piense que, poco después, al otro lado de la bahía, ¡vieron a las amazonas!
P.- Tal vez la parte menos conocida de su libro fue lo cerca que estuvo el Imperio de conquistar China. ¿Por qué falló la iniciativa?
R.- La respuesta es sencilla: al rey no le habría gustado emprender otra experiencia naval después del fracaso de la armada invencible.
P.- ¿Y cómo ve la España de hoy? ¿Qué le da más miedo, la crisis o los nacionalismos?
R.- Los nacionalismos amenazan más el entendimiento fraguado en 1977 que la crisis económica.
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