Pregunta.- ¿Qué falta para eliminar el clasismo y el elitismo en México? ¿Cuándo México tendrá una clase media fuerte y orgullosa de serlo?
Respuesta.- Querida Cristina, Yo creo que se elimina con la educación, porque finalmente los que son clasistas y elitistas son por lo general los ignorantes y los mal educados.
P.- Querida Elena, ¿Cuáles son los autores y los libros que han sido cruciales en su fructífera trayectoria de escritora y periodista?
R.- Mi formación ha sido francesa y de joven leía los grandes católicos franceses. Y obviamente me marcaron como lo marca a uno la educación religiosa. Hay una autora por la que tengo devoción que se llama Mercé Rodoreda, autora de La plaza del diamante.
P.- ¿Quienes son tus escritores mexicanos favoritos? Me siento orgullosa y feliz de que te haya sido otorgado el Premio Cervantes.
R.- Muchas gracias, Corazón. Mis autores mexicanos favoritos, después de los rusos que leía de joven, como Tolstoi y Dostoievski, han sido los mexicanos como Octavio Paz, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, y grandes mujeres como Rosario Castellanos, que ojalá hubiera ganado el Cervantes. También Elena Garro. Ahora hay muchas escritoras jóvenes y no tan jóvenes que están subiendo, como Mónica Lavín, Rosa Beltrán, Guadalupe Nettel, Carmen Boullosa y otras más cercanas a mi edad como Aline Petterson. Siento cada día de mi vida, cada día que pasa la muerte de otra gran escritora mexicana como es María Luisa Puga. También es una excelente escritora Ángeles Mastretta que captura a sus lectores. Y Margo Glantz.
P.- Qué está usted leyendo en estos momentos? saludos
R.- Leo a un francés muy sabio que se llama Paul Valery. Porque uno de sus libros titulado Monsieur Teste es un gran conductor de conciencias.
P.- Querida Elena, hablenos de Alvaro Mutis… Como fue lo de su amistad en torno a Lecumberri…Qué le parecen sus compromisos con la literatura y la vida?
R.- Álvaro Mutis estuvo en Lecumberri casi un año y recuerdo que le llevé En busca del tiempo perdido, de Proust. En la cárcel él participó en obras de teatro, como El licenciado no te apures, y él mismo actuaba. Él me llamó cuando me vio pasar por la cárcel, Elena, y a partir de ese momento fui los domingos a verlo. Tuvimos una amistad de muchos años. También conocí a su hijo Santiago Mutis, poeta.
P.- Elena que tal duerme, me pregunto esto para saber como una mujer cervantina soluciona al mundo a diario.
R.- Querido Pablito, gracias por preocuparte, porque no duermo nada y ni siquiera sé prender el televisor. Me quedo toda la noche en vela pensando en qué es lo que me ha pasado y no lo puedo creer. Giro como en un torbellino y la verdad no sé qué es lo que se hace en los torbellinos sino mantenerse de pie sin dejarse arrastrar. He pensado mucho en mis papás y en mi hermano y en mis hijos y en lo que significa haber vivido 81 años. Pero también he pensado en la suerte de los mexicanos, sobre todo de los jóvenes
P.- ¿Puede un personaje apoderarse, guiar e incluso burlarse de un escritor?
R.- Hay muchos escritores que dicen que sus personajes se van por donde ellos quieren y que no les obedecen. También muchos personajes se transforman como en el caso de Gregorio Samsa, de Kafka, y además algunos personajes saltan de una novela a otra. Por ejemplo Carlos Fuentes tuvo un personaje de Gabriel García Márquez en uno de sus libros. Así como Carlos Fuentes había obtenido el Nobel cuando se lo dieron a Gabo. Alfonso Reyes decía que todos lo sabemos entre todos y a veces también se puede pensar que todo lo hacemos entre todos, entre personajes y autores que pueden ser múltiples.
P.- ¿Fuentes o Monsivais?
R.- Los dos Carlos. Pero viví muy cerca de Carlos Monsiváis porque juntos vivimos el movimiento estudiantil de 1968, el terremoto de 1985 en México, la resistencia civil, fuimos juntos a Chiapas a acercarnos a los zapatistas, apoyamos al candidato de oposición Andrés Manuel López Obrador, y compartimos crónicas y entrevistas y formamos parte de la resistencia creativa en momentos muy importantes de la vida de México. Compartimos duelos y quebrantos. Juntos también viajamos por Israel, Europa y Estados Unidos. Fuentes vivió en Inglaterra y solo venía a México en diciembre, especialmente, pero lo recuerdo mucho como amigo de juventud. De los dos, Monsiváis era el más marginal, incluso dentro de México porque era protestante en un país de católicos, era un muchacho sin dinero, y se hizo totalmente a sí mismo.
P.- Usted me firmó un día un libro en su casa, el día de muertos, de hace dos años. ¿Cómo era Leonora Carrington? ¿Y su marido, el ayudante de Robert Capa? Muchas gracias
R.- Querido Óscar. En la novela Leonora aparece su marido que fue un gran fotógrafo y también su participación en La maleta mexicana, de Trisha Zief, donde se habla mucho de Robert Capa y Gerda Taro que fueron los grandes fotógrafo de la Guerra Civil de España junto con otro fotógrafo llamado Chim Seymor. Leonora era una mujer mágica, como supongo que lo fue también Remedios Varo que no encajaba mucho en el mundo y que se adaptó a México, y es un gran honor para México que nos haya escogido para vivir aquí. Es probablemente la última de los surrealistas y siempre fue idéntica al gran cuadro que pinto de ella Max Ernst que se llama Leonora en la luz de la mañana, cuando ambos vivieron en Sant Martin DArdeche (Francia)
P.- ¿Cuál fue el error más grande de Andrés Manuel López Obrador? ¿Quién cree que será susucesor en esa izquierda mexicana que es irreconocible de otras izquierdas latinoamericanas, como la de Uruguay?
R.- Yo siento que Andrés Manuel López Obrador se complementa a sí mismo y sobre todo que no miente. Cuando él dice primero los pobres es verdad y claro que dentro de la corrupción de todo el continente latinoamericano esto nadie lo ha logrado. Todos los días está en la calle con la gente porque él la necesita, pero también la gente lo necesita a él y lo busca porque se siente aceptada y sabe que alguien se preocupa por ellos de verdad, que no los va a utilizar solo para fines electorales, como sucede con la mayoría de políticos mexicanos que prometen y jamás se vuelven a acordar ni de la gente ni de sus promesas. El error de López Obrador es quizá la magnitud del PRI que reparte dinero y de un país donde comprar el voto es absolutamente normal, que alguien que no come dé su voto a cambio de una despensa, y eso fue lo que primó en estas elecciones. Monsiváis estaba totalmente con él.
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