Pregunta.- Hola Carlos, ¡un abrazo!
Respuesta.- Es insólito que usted no me pregunte nada. Me encanta. Me imagino que ha escuchado alguna vez The sound of silence. Yo era muy joven la primera vez que lo hice, pero entendí de puta madre lo que quería transmitir. Es bonito eso de darle un abrazo a alguien, y punto. Pues, otro para usted.
P.- Me indigna enormemente que los críticos de cine solo se centren en festivales como Cannes o Berlin y dejen de lado a un gran festival como es el de Kustendorf. No es suficiente aliciente que su fundador sea el gran Kusturica?
R.- Pregúntele a los críticos de cine.
P.- Buenos días Carlos, y buenos días al que selecciona las preguntas, (a ver si así me seleccionas, guapetón): Mi pregunta, Carlos, tú que entiendes de estas cosas ¿hay algo más solidario que enamorarse de un primo?
R.- ¿Y cómo sabe usted que yo entiendo de estas cosas? Me han contado que existe la posibilidad de que los niños salgan con alguna tara. Pero qué es eso ante la llama del amor. Al primo le conoces de toda la vida. No hay que ir haciendo hallazgos. Que le dure. Y que tengan criaturas sanísimas y felices.
P.- Hola Carlos….Cuál es tu bocadillo favorito?? El mio el de calamares…soy una clásica! Un beso guapo
R.- Digamos que el pan no existe en mi bocadillo. Pero póngame un cuenco de caviar y verá cuando tiempo tardo en hacerlo desaparecer. Le confieso que el bocadillo de calamares es uno de mis gratísimos recuerdos de infancia. Ahora los tomo siempre en el plato. Mi decadencia es irreversible.
P.- ¿Va a Berlín este año?¿Ha llegado ya? Tampoco pasa nada si no le toca ir. Mucho cine chino, con lo que le gusta. Saludos.
R.- No voy a Berlín. Después de infinitos años. La decisión es mia. Y le aseguro que no siento nada parecido a la nostalgia. Los chinos finalmente pudieron conmigo. Que los disfruten otros.
P.- “Un amigo mío se puso a leer a Kafka y se volvió maricón. Así que no lean”. Luis Aragonés. ¿Qué te parece la entronización de este prohombre?
R.- Si Luis dijo alguna vez eso, sospecho que no estaba en sus cabales. Nos ocurre a todos. Pero a mi, especialista en soltar barbaries, no se me ocurriría frase tan ingeniosa ni después de tres gramos de coca y una botella de whisky. Se lamentaba Savater el otro día en un artículo de que todos los telediarios abrieran con la muerte de Luis y ninguno recordara a dos difuntos llamados Félix Grande y Carlos Paris. Lo normal, lo lógico, lo evidente, también puede ser injusto y odioso.
P.- ¿Por qué produce este país tanta gente como El Bigotes o Bárcenas? ¿Por qué hay tanta gente igual a ellos entre el pueblo llano?
R.- Sospecho que el problema es universal. Por ejemplo, en Italia, Berlusconi suponía para muchísima gente la imagen más envidiada del éxito. Con lo cual, uno puede sentirse orgulloso de ser un perdedor.
P.- ¿Va a ver la gala de Los Goya? ¿Le obligan?
R.- Sí. Solo responderé a lo segundo ante mis abogados.
P.- Hola, Carlos. Debe de ser tremendamente agotador pretender ir por la vida de lo que no se es, o sea, ser un farsante a tiempo completo. Cuéntenos su experiencia, por favor.
R.- No soy un farsante. Y hay un millón de cosas que no me gustan de mí. El mérito de no serlo tampoco me pertenece. Es que no sabría cómo hacerlo. Y por supuesto, como tanta gente, me invento sucias mentiras cotidianas para sobrevivir. ¿Cómo le va a usted en la vida, dama cristalina y auténtica?
P.- Buenas Carlos, eras de los que disfrutaba de ciertas películas, música, o lecturas fumado (marihuana, claro)? En ese caso, ¿cuáles? Un saludo!!
R.- Solo con la música. Jamás he podido disfrutar del cine o de la lectura estando fumado. Aunque sí he vivido con alguna persona con la que veía películas en vídeo mientras que caían cuatro o cinco porros. Hasta quedarte anestesiado. No me enteraba de lo que veíamos. Los placeres eran otros. Las películas se quedaban frecuentemente a la mitad.
P.- Sabiendo tu admiracion por Philip Seymour Hoffman estaba esperando tu articulo tributo a este genial actor. Debo seguir esperando o existe alguna razon para que no lo hagas? Siempre disfruto tus articulos haciendo referencia a los personajes de actores que compartimos admiracion.
R.- Está claro que usted me conoce bastante. Sentí algo muy fuerte y conmovedor cuando me enteré de su muerte. Me ocurrió lo mismo con Gandolfini. Hay otras personas a las que admiro y no siento esas cosas en el corazón cuando se mueren. Escribiré mi página en Babelia sobre Seymour Hoffman. Aunque seguramente me haré un lío y acabaré hablando de mí. Como siempre. Me parecía el mejor actor del mundo. Gente muy cercana la ha palmado de sobredosis. He sentido lo mismo ante la muerte de Seymour Hoffman. Algo se me ha desgarrado dentro.
P.- Carlos a veces comentas sobre quien intenta matarte. ¿Alguna vez ha ocurrido eso?.
R.- Tengo un millón de defectos y de enfermedades pero la paranoia no está entre ellas. ¿Cuándo he comentado yo que alguien quiere matarme?. Que yo sepa, usted y yo nunca nos hemos mamado juntos. Y ya sabe las tonterías o las verdades que se pueden expresar en ese excesivo furor etílico. Y por supuesto que han intentado destruirme profesionalmente o sentimentalmente. Pero ya ve, aquí sigo, con dos cojones.
P.- ¿No es La gran belleza mejor que cualquier candidata al Óscar a mejor película?
R.- ¿Y qué quiere que le conteste?
P.- Parece que nadie lo ve así, pero he llegado a la conclusión de que el trabajo asalariado es el peor invento de la humanidad. Para mí, tener que trabajar para poder vivir no es más que otra forma de esclavitud. ¿Estoy loco?
R.- De lo cual deduzco que siempre ha tenido usted trabajo. Y que lo sigue teniendo. Y entre los trabajos puedo entender que también está el de asaltante de bancos. Pero es un trabajo, reconózcalo. O dirigirlos. Que es igual que asaltarlos pero sin ningún riesgo.
P.- ¿No ha pensado en jubilarse para disfrutar de su novia, libros y videos y dejar la crítica del Pais a alguien con menos fobias y prejuicios que usted?
R.- Envíe su currículo a los medios. Igual tiene suerte. Pero dudo que vaya a sacar usted tanta pasta en este negocio como la que he sacado yo. Le pierde la ansiedad. Es comprensible.
P.- Carlos, me han dicho que ha cerrado Chez Víctor. ¿Lo conociste? Siempre que he pasado por Salamanca he intentado (y casi siempre conseguido) comer o cenar ahí. Es una tragedia. Pensar en que nunca más volveré a comer esos maravillosos callos… ¿Por qué la comida, el buen vino, nos gustan tanto?
R.- Yo he ido bastante. Se comía muy bien. Y los dueños eran auténticos profesionales. Me sigue quedando El río de la plata. Mis estancias en Salamanca, que son como tres veces al mes, me ofrecen algo tan grato como ese restaurante y un hotel, El palacio de San Esteban, en el que ya me siento como en mi casa. Y en mi casa me suelo sentir muy bien. El personal de ese hotel me trata maravillosamente. También me queda un íntimo amigo, desde que éramos adolescentes, en esa ciudad. Esas cosas hacen más grato algo que casi siempre me resulta muy doloroso. Y es que mi madre y mi tía, las personas más buenas que he conocido nunca, ya no sepan quién soy, ni quién son ellas.
P.- Carlos, acabo de descubrir que Enrique Iglesias lleva peluca (o al menos eso dicen desde EEUU). Es un alivio ver que no soy el único que pierde pelo, pero se me acaba de caer un mito… ¿Usted ha estado alguna vez preocupado por su alopecia?
R.- Soy tan atractivo que nunca he tenido que preocuparme por cuestiones tan nimias. Llevo conviviendo con el acné juvenil 48 años. Si me hubiera impedido follar un montón, me hubiera preocupado. Pero no fue así. Lo siento.
P.- ¿te gustan los huevos fritos con papas?
R.- No sé lo que son las “papas”. Me gustan los huevos fritos con patatas.
P.- Por el amor de Dios, Carlos, no malgastes tu precioso tiempo con esta patulea de patéticos graciosetes, listillos ignaros y snobs de pacotilla. Toma el camino de Swann, frecuenta la mundanidad de Guermantes, alíviate a la sombra de las muchachas en flor, piérdete entre Sodoma y Gomorra… Ya que no lo escribiste, al menos ¡lee de una maldita vez En busca del tiempo perdido! ¡Haz algo a tu altura estética e intelectual! Yo te aprecio, no me defraudes. Te lo dice el hermano mayor que no tuviste.
R.- He leído En busca del tiempo perdido, saltándome algunos pasajes, lo confieso. Y me costó esfuerzo. Pero también me proporcionó momentos milagrosos, sensaciones impagables. Hace poco tiempo publicaron un libro muy hermoso, de lujo, sobre Proust, lleno de fotografías, que explican muy bien el universo, y la gente que le inspiró para escribir esa obra inmortal. Búsquelo.
P.- Carlos, ¿cual es tu opinión sobre Gente en sitios? a mi no me gustó mucho pero quizá tenga que verla otra vez. Gracias y un saludo
R.- Hay cosas que me sorprenden, me interesan y otras que me la sudan, que me parecen gratuitas. Todo es pretencioso. Lo cual es legítimo, a condición de que te salga bien lo que pretendes.
P.- En un futuro cinematográfico cercano, me encantaría ver una película protagonizada por Natalie Portman y Leonardo Dicaprio, seguro que lo harían estupendamente además de que congeniarían muy bien en pantalla, ya que son grandes artistas, le gustaría que se diera esta situación Carlos, para que los espectadores pudiéramos disfrutarla? Muchas gracias.
R.- Sí.
P.- ¿Qué le pareció el Real Madrid – Atlético ?
R.- Intenso, marrullero, entretenido aunque no precisamente hermoso. El Madrid jugó bien. El Atlético mal. Salí contento del Bernabeu.
P.- Hola Carlos, ¿Qué opinión te merece la metamorfosis de Matthew McConaughey que le ha llevado de guaperillas de tres al cuarto a convertirse en un actor que arriesga y convence? ¿Crees que puede llegar a ser uno de los grandes de su generación? Un saludo.
R.- A mí también me alucina la evolución de este actor. Puede llegar a ser uno de los grandes. Está magnífico en Mud, en El lobo de Wall Street y en la serie True detective. Recuerdo que en sus primeras películas Tommy Lee Jones me parecía un actor espantoso. Ahora, le amo. Me parece un actor tan sobrio como imprescindible, me lo creo siempre. Ocurre a veces, no muchas, que alguna gente aprende. O se lo enseña la vida.
P.- ¿Quién decide qué preguntas deben contestarse, vd. u otra persona de los encuentros?, es que es la tercera vez que intento que me publiquen y no hay manera. En cualquier caso, lo que pretendo decirle es que vd. ejerce más de consultor sentimental que de crítico de cine.
R.- ¿Y por qué deduce usted que es peor ser consultor sentimental que crítico de cine?. Su deseo está satisfecho. Ya le he contestado. Pero no abuse de mi generosidad.
P.- Hola. Estudio periodismo, estoy ya en cuarto. He escogido como asignatura optativa Crítica de Cine. Es apasionante pensar el cine. Creo que es la materia con que más disfrutaré de toda la carrera. Aunque me obligan a ver Nymphomaniac. Un palo, creo…
R.- No sabía que la crítica de cine existía como asignatura optativa. ¿Conoce usted un poema de Nans Magnus Enzensberger que comienza diciendo: “No leas odas, hijo mío. Lee los horarios de los trenes. Son más exactos”?. Pues eso. Y que nadie le obligue a ver nada. Vea lo que le salga de sus genitales. O de su cerebro, o de su curiosidad, o de su corazón. ¿Le he contado que jamás hice caso a ningún profesor?. No me arrepiento, y ya he cumplido 60 años.
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