Una momia egipcia con su sarcófago es la peculiaridad de esta edición de Feriarte. Pero no va a ser el único atractivo, ya que desde el 16 al 24 de noviembre, se podrán ver obras de Tàpies y Barceló, coches antiguos e incluso broches Art Decó franceses de los años 30. Ana Larrañaga, directora de la feria, nos habla de los entresijos de Feriarte y sobre cómo evoluciona la misma. Adaptarse es una de las premisas indispensables para continuar y ver lo que está pasando en otros territorios puede ayudar a acuñar nuevas fórmulas para que ese sector coleccionista sienta el impulso de comprar una determinada pieza. Es por ello por lo que han decidido añadir el diseño en su recinto. ¿Qué es lo que convierte a una pieza en un objeto de coleccionismo? Ana Larrañaga nos lo cuenta.
Pregunta.- ¿Qué espera este año de la feria?
Respuesta.- Espero que los visitantes la valoren positivamente y, sobre todo, que sea útil y del agrado de nuestros clientes y visitantes.
P.- ¿Cómo se puede animar a la compra de arte y antigüedades en estos tiempos que corren y con el 21 por ciento de IVA por segundo año consecutivo?
R.- La compra de antigüedades o cualquier pieza arte es un impulso que te lleva a hacerte con ella porque te gusta y te llega, te atrae su belleza. Como coleccionista esa pieza amplía y reúne la colección que ya tienes. Pese a la crisis es un impulso, aunque otra cosa es que no se pueda comprar. Para animar a la gente hay que hacerles saber que esa pieza ahora está en venta pero igual mañana no así que es el momento de proceder a su compra. Quien esté pensando en invertir un dinero que no lo dude, una antigüedad se revaloriza, hay un estudio que dictamina que se revalorizan en un 8% o 10%. Muchos fondos de inversión lo hacen. Aunque muchas veces se anima uno mismo a comprar cuando algo gusta porque es para disfrutarlo.
P.- Claro que si se hubiera avanzado en la Ley de Mecenazgo… ¿tiene esperanzas en el proyecto?
R.- Tengo deseo y ganas. Creo que poner en marcha una ley de mecenazgo que impulse la compra de arte va a ser beneficioso para el sector. Pero no solo para ellos sino también para galeristas y coleccionistas porque supone un impulso cultural y económico único que llega al país.
P.- Estrenan sección dedicada al diseño, lo que parece ser una constante en todas las ferias de arte: ¿cuál cree que es la razón de esa nueva tendencia?
R.- La gente a la que le gusta el arte le gusta todo el arte, el antiguo, el nuevo y el futuro. El arte no tiene fronteras y eso es una realidad que los museos están refrendando al acoger en su seno piezas actuales con unas calidades que le da un valor diferencial. Así que ¿por qué no acercarlo a la feria? Estos espacios son visitados por mucha gente y hay que llegar a ellos. La feria tiene que adecuarse a los tiempos, al cliente, a la oferta y a la demanda. Y además, también se lleva a cabo una labor de divulgación y de dar a conocer esa realidad porque funciona como plataforma. Supone una contribución y a cuanta más gente llegue es bueno para la persona y para el país más allá de las lecturas comerciales que hay en una compra venta. Conlleva un elemento social, de formación que lleva implícito estas acciones con recorridos largos y lentos.
P.- ¿Lo que veremos en FeriArte será diseño contemporáneo o de todas las épocas?
R.- La feria es en un 70% de antigüedad, un 25% de galerismo y 5% de diseño contemporáneo al que llamamos D21. Tenemos 16 piezas escogidas de arte contemporáneo. Fue en el año 97 cuando se añade esta rama, hay una cultura a nivel nacional de artes plásticas pero no hay entendimiento sobre las artes decorativas. Se acercan las antigüedades del mañana en el marco de las antigüedades de toda la vida. Es un diálogo entre lo hecho hoy, lo hecho ayer y lo que se hará en el futuro. También los museos hacen exposiciones donde conviven con piezas del siglo XVIII. Esto sirve para ver la evolución y acercar el arte. No hay fronteras.
P.- Han anunciado estos días una momia expuesta en el stand de una de las galerías participantes: ¿qué otras sorpresas esperan al visitante?
R.- Muchísimas pero no puedo elegir una. La momia es algo muy televisivo y que causa interés. Los expositores traen sus piezas nuevas que no las tenían otras ediciones porque piensan en sus clientes coleccionistas. Lo más destacado es la momia, es muy llamativa ya que está con su sarcófago. De todos modos, Feriarte es la mayor muestra de pintura de los siglos XIX y XX y la oferta es amplia, diversa y de gran calidad. Eso es lo importante.
P.- La feria propone un recorrido por las piezas favoritas: ¿nos podría decir las suyas?
R.- Para este recorrido pedimos a cada expositor que seleccionasen su obra favorita. Unicidad, rareza y precio son los elementos principales. Esto permite hacer un recorrido por la feria y adquirir un conocimiento muy amplio. Cada expositor tiene un área de creación, ya sea pintura, alfombra, tapiz, etc. Y está pensado para que el visitante sepa la relación y pueda conocer y descubrir las diferentes especialidades de mano de los expertos. En cuanto a mis piezas favoritas las enumeraría por categorías, empezando por la pintura del siglo XIX, arqueología y cerámica.
P.- ¿Cuáles son los elementos esenciales para que una pieza contemporánea pase a ser un objeto de coleccionismo?
R.- Los materiales con los que están hechas, los conceptos y la manufactura del objeto. Es así como han sido seleccionadas las obras para la feria.
P.-¿En qué modelo de feria se mira Feriarte?
R.- Se mira y aprende de todo lo que vemos fuera y se mira a ella misma. Hay que adecuar las posibilidades e iniciativas nuevas y adaptarlas a nuestras posibilidades. Ese recorrido es amplio, entra en juego el gusto personal, la afición, etc. Al final la realidad marca tus posibilidades aunque seguimos con ganas y mucha ambición de trabajar.
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